Cómo lavar sábanas de bambú: todo lo que necesitas saber
¿Cómo lavar láminas de bambú? En los tiempos modernos, la ropa de cama de bambú está ganando cada vez más popularidad por su tejido libre de alérgenos, su resistencia a los ácaros del polvo y su absoluta comodidad.
Pero este mayor grado de comodidad y lujo conlleva un mayor grado de atención requerida.
Si tiene láminas de bambú y se pregunta cómo cuidarlas adecuadamente, lo tenemos cubierto. Aquí hay siete consejos para aprender a cuidar sus láminas de bambú lavándolas cuidadosamente.
Las sábanas de bambú son complicadas
Las sábanas de bambú son un poco más difíciles de lavar que las sábanas normales. No existe una ciencia exacta para eliminar las manchas que puedan adquirir en el proceso de uso.
Diferentes manchas de diferentes fuentes pueden tener muchos efectos diferentes a la hora de eliminarlas. Debido a esta tendencia y a su naturaleza delicada, las láminas de bambú requerirán un poco más de cuidado que la mayoría de las láminas normales.
Así que prepárate para investigar un poco. No es complicado, pero puede resultar un poco confuso para los propietarios de hojas por primera vez. Sin embargo, estas hojas bien valen el esfuerzo extra. Sinceramente, vale la pena conocer toda esta información adicional sobre su cuidado adecuado para conocer todos los beneficios que aportan.
Sé gentil
Esta ropa de cama en particular tiene un tejido y una textura muy delicados, por lo que aprender a lavar sábanas de bambú requiere un tacto y una vista muy suaves.
Cuando vayas a lavarlos, después de quitar las manchas, asegúrate de poner la lavadora en agua fría en la configuración más suave para obtener los mejores resultados y menos daños.
El agua fría también lava las sábanas más rápido que el agua caliente y una vez que salen, las sábanas estarán un poco rígidas, pero esto es completamente normal.
El uso de productos químicos agresivos y soluciones de limpieza en las sábanas puede provocar que las fibras de rayón se rompan. Esto hará que las sábanas se aflojen y se tejen menos apretadas.
Esto hace que se desgasten mucho más rápido, lo que les impide brindar la comodidad y protección adecuadas que normalmente brindarían si estuvieran bien cuidados.
No uses lejía para blanquear
La lejía está cargada de productos químicos agresivos y peligrosos para las telas. Es muy arriesgado usarlo en láminas de bambú, especialmente porque puede destruirlas positivamente. Si tienes una mancha grave en tu tela de bambú y estás tratando desesperadamente de blanquearla para que no esté a la vista, entonces esto es lo que debes hacer.
— Remoja tus sábanas durante una o dos horas en una solución hecha de Oxyclean y agua tibia. Luego, una vez que hayan terminado de remojarse, agréguelo a la lavadora y ejecútelo en el ciclo regular como lo haría normalmente.
Sus sábanas estarán bonitas y de un blanco nacarado mientras estén empapadas, o más. Cuanto más tiempo dejes las sábanas en remojo en esta solución, más blancas serán y menos visibles serán las manchas.
Por lo tanto, podría resultarle útil remojarlos periódicamente para eliminar las manchas importantes con las que tenga que lidiar o no.
Quitar el sudor
Vas a sudar por la noche por varias razones y es más o menos inevitable, así que acéptalo. Sin embargo, no es necesario que acepte las manchas que surgen con el proceso.
De hecho, puedes eliminarlos con bastante facilidad. Antes de lavar, frota las manchas con un detergente suave hasta que la tela lo absorba por completo. Luego lávalo a máquina con normalidad como de costumbre.
La mancha ahora debería haber desaparecido, pero si no es así, sigue repitiendo el proceso hasta que ya no puedas verla. El sudor normalmente es incoloro; lo que lo vuelve amarillo es su introducción gradual y su reacción ante diversas bacterias que puede encontrar. Un cuidado adecuado de las sábanas hace que estas manchas sean menos notorias.
Quitar manchas de sangre
Éste es un poco más duro que el sudor ya que el sudor no tiene color. La sangre, sin embargo, sí lo es, especialmente si está fresca y reacciona al oxígeno del aire, que es lo que la vuelve roja brillante.
La sangre es una de las manchas más molestas por una razón y, en las láminas de bambú, puede resultar especialmente desalentadora. Cuando aprenda a lavar láminas de bambú, esta será una de las primeras cosas sobre las que querrá investigar un poco para tenerla a mano en el peor de los casos.
En primer lugar, enjuague las sábanas con agua fría para evitar que la mancha se fije aún más y dificulte su eliminación. Luego, simplemente remoja las hojas durante unos quince minutos en un limpiador enzimático. Si la mancha es más vieja, déjala en remojo por más tiempo. Si todavía se muestra rebelde, unas pocas gotas de amoníaco deberían ser suficientes.
No uses suavizante
La mayoría de las personas, cuando lavan sábanas, utilizan suavizante de telas en la carga para que las sábanas queden sedosas y reconfortantes al tacto. Normalmente, esta es una buena idea, especialmente con ciertos tipos de sábanas que pueden adquirir un borde más áspero una vez que se lavan con detergente.
Sin embargo, las láminas de bambú son un poco diferentes, ya que su tejido y material son tan naturalmente suaves que ni siquiera es necesario suavizante. Simplemente lava tus sábanas de bambú como de costumbre con detergente y deja que se ablanden solas.
Almacenamiento de láminas de bambú limpias
Querrá asegurarse de que sus sábanas estén almacenadas correctamente. Si no vas a volver a colocarlos en tu cama de inmediato, ¿cómo los guardas de forma segura?
Evite guardarlos en bolsas o recipientes de plástico, ya que atrapan la humedad y pueden provocar que se pongan amarillentos. Lo mismo ocurre con el cartón, que con el tiempo puede liberar ácidos irreparables en las sábanas.
Para obtener mejores resultados de almacenamiento, dóblelo y guárdelo en un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar directa, preferiblemente en un gabinete o algo así. Esto debería funcionar perfectamente para ellos y mantenerlos a salvo de peligros generales.
Conclusión
Aprender a lavar láminas de bambú no tiene por qué ser tan complejo como las propias sábanas. Con un poco de cuidado y atención extra, podrás mantener estas maravillosas sábanas suaves y acogedoras durante muchos años.