Dormir en la antigua Grecia: 10 cosas que no sabías
Dormir en la antigua Grecia: 10 cosas que no sabías
1. El dios del sueño:
Hypnos, que representa la esencia etérea del sueño, fue ilustrado artísticamente con alas en sus sienes. Su proximidad a Thanatos, la deidad de la muerte, hacía eco de la interconexión del sueño, los sueños y la mortalidad. Los antiguos griegos lo veneraban, viendo el sueño como un viaje misterioso paralelo a la finalidad de la muerte.
2. Las puertas de los sueños:
Las epopeyas de Homero representan sueños que entran al reino de los mortales a través de puertas de cuerno o marfil. Mientras que la puerta de cuerno liberaba auténticas visiones y profecías, la puerta de marfil era sinónimo de ilusiones. Estas creencias desempeñaron un papel fundamental en la forma en que los griegos interpretaban y actuaban en función de sus visiones nocturnas.
3. Dormir como remedio:
Mentes médicas pioneras, como Hipócrates, consideraban el sueño como la piedra angular de la salud. Los sueños eran herramientas de diagnóstico que insinuaban el bienestar físico y mental. De este modo, los médicos combinaron el análisis de los sueños con el conocimiento médico, ofreciendo tratamientos holísticos a sus pacientes.
4. Sueño Sagrado: Incubación:
En los templos de Asclepio, los devotos realizaban la incubación: dormían para recibir la guía divina. Después de los rituales, se reclinaban, esperando que el dios Asclepio les enviara sueños curativos o proféticos. Existen muchos relatos de visiones y curas milagrosas atribuidas a este sueño sagrado.
5. Posiciones para dormir:
Los hábitos de sueño de los antiguos griegos estaban arraigados tanto en la tradición como en la anatomía. Las creencias sugerían que acostarse sobre el lado izquierdo favorecía la digestión, mientras que el derecho podía provocar pesadillas. Estas costumbres mostraban su compromiso con la armonía y el equilibrio, incluso en reposo.
6. Materiales de cama:
La cama en la antigua Grecia revelaba mucho sobre el estatus y la riqueza. Los ricos disfrutaban de lujosos colchones de plumas, mientras que los menos privilegiados descansaban sobre paja. No obstante, la práctica compartida de alinear las camas de manera que no estuvieran orientadas hacia las entradas se consideraba una salvaguardia espiritual.
7. La importancia de tomar una siesta:
La "hemeremnia", o descansos diurnos, tenía importancia tanto social como sanitaria. Los griegos buscaban refugio del sol del mediodía y se permitían breves siestas. Más allá del rejuvenecimiento, esta pausa facilitó las interacciones comunitarias, fomentando vínculos y compartiendo cuentos o noticias.
8. Canciones de cuna para los jóvenes:
Las madres y los cuidadores emplearon canciones de cuna melódicas, infundiendo la cultura y las tradiciones griegas en las mentes más jóvenes. Estas canciones de cuna no eran meras herramientas para dormir; resumieron valores, leyendas y lecciones de vida, uniendo generaciones a través de la canción.
9. Noctámbulos y madrugadores:
El último sueño antes del amanecer tenía un significado especial para los griegos. Considerada la más profética, se creía que predecía acontecimientos o verdades. Por lo tanto, se pensaba que despertarse temprano y perderse este sueño privaba a uno de conocimientos cruciales.
10. Eros y el sueño:
Eros, Hypnos y Thanatos: una tríada que simboliza el amor, el sueño y la muerte. Sus cuentos entrelazados resaltaron el poder dual del amor: vigorizar los sentidos o sumergir a uno en un estupor onírico, reflexionando sobre el profundo impacto del amor en la psique humana.